Un demonio nalgón es algo que no puede existir.
Según una tradición medieval, los demonios no tienen nalgas. Pues los glúteos son una característica definitoria del ser humano como especie (los primates no tienen nalgas). El diablo puede tomar cualquier apariencia y puede llegar a parecer un ser humano. Pero su poder tiene límites. La imitación nunca puede ser perfecta. Y una de sus deficiencias es que no puede darse nalgas a sí mismo.
Por ello eso viene siendo un signo que permite reconocer e identificar a los demonios disfrazados. Nunca tienen nalgas.
Pero, por otro lado, la misma leyenda dice que una forma muy efectiva de espantar al diablo es mostrarle el culo. Pues el demonio se avergüenza de su carencia y huye avergonzado.
(Esta información es cortesía de don Desmond Morris).
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